Soy una cuerda Rota Al amanecer Abro los ojos al mundo Sin canción Remedo la vida Dibujando el infinito dos veces Y en cada nota negra, blanca...cruzo el camino largo hasta caer la noche.

Soy esa noche Que se parece a un piano Pulsando en la agonía de las horas Una oración convulsa Clamando un cuerpo Que abre los cielos y pregunta Dónde está el dedo de Dios.

Esa tranquilidad y felicidad que siento cuando estoy a solas con mi gata. Puro placer, felicidad (nuevamente esta palabra, no encuentro otra para intercambiarla), calma. Me siento a salvo, fuera de traiciones (que no salgan de su mundo de reina felina), la acepto como es y hasta he acabado amando sus defectos. Y ella, a su vez, no me condiciona su amor. A veces puede estar molesta porque llego tarde a casa, o porque no llego en días, pero no pasa mucho para que me sorprenda con sus ataques de amor. Cosita no puede evitarme, ni yo a ella. Creo que el amor consiste en eso: en la ausencia de paredes, en la cercanía natural e inevitable que surge con el otro, en estar impedidos de permanecer distantes por tanto tiempo que sea imposible establecer muros cotidianos, como cuando la vida material de muros, cortinas y paredes trasciende a un abrazo incondicional, eterno.

Manos

Hoy caí en cuenta de que mis manos buscaban ansiosas un cuerpo al cual amar
y en este camino habían encontrado una nueva forma de hacerlo,
su amor había creado objetos:
muñecas, juguetes para gatos, retratos de El Principito...
saber que la ruta de cada uno de ellos iba hacia alguien especial
las colmaba de emoción y tranquilidad.

Misma frecuencia

A veces
se encuentra una musiquita especial en el ping pong de una conversación
un ritmo con el que las frases van y vienen
una cancioncita que se teje a través del hilo invisible de una familiaridad implícita

confirmas que existe
cuando al volver
puedes vibrar con la misma libertad
a pesar del tiempo y la distancia.

Te abracé estando a la mitad de mi muerte y encontré fuerza, tierra fértil, agua, luz.
Desde aquí yo florezco, me dije, desde aquí extiendo mis ramas al mundo, este es mi jardín.

Entonces, freno.
Me miro al espejo y digo: no te necesito.
Este jardín no es más que un bastón que hallé en tu pecho,
una extensión de mi columna de fiera, a punto de saltar, que se quedó paralizada.

Veo la noche en mí que aterra
debo penetrar esta penumbra
agotar mis ojos hasta dolerlos
hasta encenderlos
como las primeras fogatas de los hombres del mundo
que se forjaron con tiempo y luz de soledad
que hicieron sabia la mirada.

Vos el sol

Cuando vi a mi gata subiendo las escaleras, atraída por la luz del sol, ansiosa por encontrar el lugar exacto de dónde provenía, me di cuenta de que yo era igual a ella: en mi afán por encontrarte pretendía llegar hacia un lugar inalcanzable, ¿cómo iba a poder yo abrazar al mismo sol? Entonces comprendí que con que me iluminaras bastaba.

En el fondo te protegía
era un acto de piedad el que no te dijera todo lo que sabía
no quería provocarte más dolor que este final
me había olvidado de mí
y esta ya era una nueva forma de amar.

Magui

Mi hermana es una niña linda
una niña hermosa de la que no tengo recuerdos
tan solo presente
tiene 35 años y habla en un idioma diferente
se lo ha inventado jugando a componer su propia música

que antes fue silencio.

Cada día un poquito más
después del encuentro con algún amigo
después de escribir algo
después de amanecer estando conmigo
después de escuchar música que arrulla
después de llorar si es que lo siento
y
mientras amo a mi gata
y
mientras comparto momentos con mi hermana
y
mientras veo un atardecer
y
mientras veo el mar...
mientras amo cada cosa que hago
siento que también me amo
y así, con el tiempo
sonrío
y voy siendo feliz
un poquito cada día más.

Si uno se deja domesticar...

Ayer fui a ver "El principito" (la volvería a ver cuarenta y cuatro veces como una puesta de sol), la niña llorona que soy salió y fui feliz. Ya en casa sentía que el principito seguía rondando dentro de mí, tanto que me pidió que lo retratara, entonces cogí unos papeles lustres que estaban en la mesa y empecé a componerlo guiándome de un dibujo suyo que busqué en mi agenda del 2013 (la única que he tenido de "El principito"). Ya cuando terminé de hacer el retrato, me puse a buscar frases de la obra dentro de mi agenda y me pareció bonito encontrar algo que escribí, para ser exacta, un viernes 09 de agosto del 2013. Ese día quedamos con unas amigas en hacer pijamada y ver una película de la que les había hablado mucho. Tengo un recuerdo precioso de esa madrugada. Leer lo que sentí solo me hace recordar lo especiales que son. Creo que lo bonito de la vida es que te regala momentos, y este que tengo con ellas es uno muy bello. Las quiero: