lunes, 28 de diciembre de 2009

La gente importante, interesante
tiene algún oficio
o tiene algún oficio comúnmente conocido.
Yo soy desempleada
o solo tengo dos pasatiempos:
mentir y no mentir.

Mentir cuando me presto un nombre y apellido,
un tocado y un vestido
para comportarme como

Xio

Yessy o

Zara

O frente a un lente sentir como siente

Elena
Luz
Lazarte
Amenábar,

ordinaria

Tía de
Úrsula (que se quedó sin apellidos).

Y no mentir-
si cuando escribo no cito fuentes es porque a
esto
no se le llama precisamente periodismo.

Pero lo hago con verdad.
Aunque la verdad sea mía,
aunque la verdad sea prestada
(y crees que por eso peco yo de descarada).

No vale extrañarse
con pasajes que manejo
por seguir con esta delicia
peligrosa,
tortuosa,
de espectáculo circense para zona vip.

No vale extrañarse,
mira que no tengo remedio,
excusas ni razón que darte
en el próximo interrogatorio sobre el sillón del cuarto.

A nadie le gusta tomar leche cortada, cielo.
No me beberías así.
Es una lástima
porque tampoco me beberían así.

- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -




3 comentarios:

Melissa dijo...

"No vale extrañarse", me encanta esa frase :)

Blá. dijo...

depende de a qué le llamemos verdades prestadas, depende de si el pasatiempo es una de esas verdades prestadas..

Mr.jeje dijo...

Depende de 2-1. Depende de si en este enero mañana llueve o sale el sol . . . Derrepende así es mejor :)