domingo, 29 de marzo de 2015

La cuerda

Cuando me invade la nostalgia, pienso:
para qué lamentarse ya
si me tocaba vivir este presente,
el pasado solo me ha traído hasta hoy.

El espíritu sabe de certezas y vuela hacia ellas.
La cuerda de la razón puede tensarse tanto que de intentar sonar, se quiebra.
Y allí es cuando duele,
porque a la razón le gusta alimentarse de razones,
su ego no le da abasto para mirar más allá de su ombligo,
así es como lo establecido se vuelve infranqueable.
hasta que un buen día
algo más poderoso sale de ti misma hacia tu encuentro
y puedes irte por momentos, días, meses...
solo para volver, luego
limpia
niña
nueva
e infinita
reparando que ese viaje,
esa cuerda rota que lloró,
era solo música
aleccionadora
de dolor.

No hay comentarios: